lunes, enero 08, 2007

¿Por que escribimos?

Pregunta que me hago todos los días, es increíble esa sensación que se te da cuando estas frente a una página en blanco y te dispones a escribir cualquier pendejada, pero al fin y al cabo palabras . Así sea un reporte sobre Macroeconomía o quizás lo más aburrido que se nos pueda ocurrir, el hecho de escribir es algo sorprendente, así entonces que viene la pregunta de las cuarenta mil lochas: ¿por que escribimos?, quizás ¿para comunicarnos?, quizás ¿para desahogarnos?o quizás ¿para decir lo que no podemos decir a todo gañote?. En fin el agarrar un bolígrafo, un lapiz, una computadora, lo que sea pues, para crear nuevas palabras es todo un acontecimiento.

Siempre escuchamos que la creación de la palabra escrita es uno de los máximos inventos que el ser humano a realizado, bueno entonces hagamos justicia a este honor y empezemos a escribir como locos, como si tuvieramos un gusanito en la mano que no nos impidiera separarnos del papel en blanco y de la pluma y la tinta. Es por eso que cada día le doy las gracias a los Chinos por el papel y más atrás a los Egipcios por el pergamino, esos grandes precusores de los espacios en blanco para que empezaramos a soñar y a expresarnos de una manera que no imaginabamos. Como cuando Dalí pintó su primer cuadro, tuvo que haber agradecido a los que colocaron ese lienzo en blanco frente a él, o Gabriel García Marquez cuando escribió Cien Años de Soledad y uso muchas resmas de papel para crear su novela magistral, tuvo que haber agradecido esas hojas blancas hechas tan solo para él.

Muchos han escrito sobre el arte de escribir, pero es muy cierto que sea cual sea la razón, al final el escribir nos hace bien, nos libera y nos da una licencia maravillosa, un permiso para crear mundos que nadie se imagina. Mundos tan personales, tan reales, tan textuales, tan de nosotros que hacen palidecer a la vida real, quizás esa sea una razón más por la que escribimos, esa necesidad de despegarnos constantemente del mundo que nos rodea, para no terminar un día subiendo a la terraza de un edificio con una Uzi Semi-automatica y empezar a escupir balas como locos; las palabras nos relajan y como no tenemos, a veces, plata para pagar un buen psiquiatra, resulta más barato un lapiz mongol y la parte de atrás de una servilleta.

Jefferson.

No hay comentarios.: