sábado, agosto 16, 2008

Y AHORA, ¿QUIÉN PODRÁ DEFENDERNOS?

Jean Delville, "La Rueda de la Fortuna"
Trabajo, trabajo y más trabajo. Desarrollarse en una actividad comercial es innevitable, el hecho de tener que salir para ganarte los cobritos y así poder pagar la televisión por cable cada mes sin que te lo corten (a menos que disfrutes nuestra "enriquecedora" televisión nacional), es algo que genera muchos altibajos. Por una parte estás produciendo, pero por otro lado si no te sabes organziar bien, puede perder el tiempo para dedicarte a otras actividades que son igual de importantes, como por ejemplo: relajarte.
Sin dejar que mi Blog se convierta en una ocasión casual, algo así como cuando consigues pollo en Mercal o caraotas en el Central Madeirense, he decidido en las horas libres de mi trabajo, colocar algún que otro post para no perder el toque ni la pluma, olvidemos entonces eso de entradas mensuales y vayamos al grano. Nos encontramos a tres meses de otras elecciones, ésta vez para elegir a: Alcaldes, Gobernadores y representantes de los Consejos Legislativos Regionales; una vez más nos vemos empapados con propaganda proselitista en las ciudades, programas de opinión en la radio y televisión con "profesionales" que analizan lo jodida que está la vida del venezolano y candidatos que alegan una unidad que es más fea que tiroteo en ascensor.
No necesito que alguien venga, mientras me estoy ahogando y me describa como es el agua, sabemos que si no vamos unidos a este proceso electoral se cumplirá entonces la premisa famosa de Julio Cesar: "Divide y Vencerás". Pero, pobre de mi inoncencia, los intereses personales y partidistas son muy importantes como para pensar en democracia; es por eso que ahora vemos como tenemos a miles de aspirantes para unas sillas de poder que ya deben estar cansadas de tener que soportar tanta mierda.
No se extrañen cuando en estados donde se piensa que la cosa la tenemos fácil, volvamos a teñirnos de rojo y continuemos con la demagogia. Vamos a sentarnos y pensemos en frío cuales es el juego que se está jugando: una competencia política que puede dejar una estela de incertidumbre. Es por eso que en nuestro análisis (en el nuestro y no en el de los demás), en nuestra decisión a la hora de votar, allí es donde rescataremos al país. Fanáticos los tenemos en todos lados, y cuando ellos lean esto dirán que soy un pesismista empedernido, que no creo en la gente que me ofrece villas y castillos. Pues no, no creo en eso, no creo que para una Alcadía Mayor se inscribiera alguien a última hora porque se iba a quedar sin el chivo y sin el mecate. No creo en unas encuestas donde me quieren meter a un carajito para la alcaldía Libertador que posee un discurso más agrietado que la carretera que va pal`Junquito, no creo que en un municipio como Chacao todos se estén peleando el puesto porque saben que es un tiro al piso. No creo en estados donde los liderazgos regionales no se respetan y postulan al que se ve más bonito frente a las cámaras.
Nos guste o no, eso de nuevos liderazgo (incluídos estudiantiles, personas tras bastidores y paracaidistas) todavía no ha cuajado bien en los venezolanos; se necesita experiencia y pericia para salir de las garras del ogro, un monstruo que en vez de tener siete cabezas tiene un cerebro maquiavélico, y para derrotar este tipo de mal soy fiel partidario de que se debe derrotar con algo de la misma moneda. O es ustedes creen que Hitler salió porque la gente cantó: Kumbaja.
Siempre lo digo hay que ser astutos, como James Bond pero con la .40 bajo el chaleco lista para la acción, y si vamos a jugar a la unidad por los menos hagamos el intento (UN BUEN INTENTO) de hacer parecer que lo estamos logrando. El poder no lo tiene un alcalde o un gobernador nada más, el poder lo tiene el que tiene más contactos y más liquidez en el banco. Piensen eso y lograremos la "unidad".
Jefferson.

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