domingo, julio 20, 2008

BIPOLARIDAD COMÚN


Nosotros los seres humanos tenemos dos personalidades, dos visiones de ver las cosas, dos caminos que nos definen a lo largo de nuestra vida. Son esas opciones que nos hacen tener control en nuestro desarrollo personal o nos conducen hacia el más insoportable caos. Se nos presenta la oportunidad de decidir entre lo bueno y lo malo, una oportunidad que más que adquirida, es impuesta por la educación que tenemos desde que nacemos, sin saber que todo depende del cristal con que se miren las cosas. Lo que es bueno para mí, puede no serlo para otra persona, es por eso que nos trazamos unas leyes que procuran organizar nuestra permanencia en este planeta.
¿Por qué tanta palabrería? ¿Por qué tanto análisis?, hoy ví una versión de El Guasón que me puso a pensar. Más allá de lo ficticio que pueda tener la saga de historias que involucran a este famoso villano con Batman; en ésta nueva versión cinematografica del "Caballero de la noche", obervamos a un ser humano que no es malo: es maquiavélico y un perfecto némesis para un antihéroe que cree poder salvar a una ciudad de su propia degeneración. Nos encontramos con una interpretación magistral de una condición innata en todos los humanos, ese sentimiento dormido, raptante de querer mandarlo todo al diablo y perpetuar la anarquía en una sociedad que no es consciente de sus propios errores.
El Guasón nos da ese empujoncito necesario para explorar, por así decirlo, el lado oscuro de la fuerza. Su interacción con el héroe nos da un vistazo a como es la batalla entre el control y el desorden, dos manifestaciones que son separadas por una delgada línea. Es ese villano, el que nos hace entender porque nos agarramos de normas y artículos legales para no caer en lo caótico; para no perder la cordura y no convertirnos en una sociedad llena de nudos y de tuneles sin salida. Es su risa la que nos demuestra como la vida puede ser divertida desde el punto de vista malévolo y ruín, recuerden, como les dije anteriormente: todo depende del cristal con que se mire.
Podrá ser una comiquita, podrá ser un personaje de "ficción", pero es él quién nos dice lo que puede lograr una persona de carne y hueso cuando las condiciones se dan y se forma un psicópata. Todos sabemos que no usamos totalmente todos los recursos que nos ofrece nuestro cerebro, pues El Guason sí lo aprendió a usar, y así como su antítesis representada en el hombre murciélago, ambos son personajes fascinantes sumergidos dentro de sus propias condiciones suprahumanas.
Nada queda de aquella interpretación de 1989, cuando se nos presento a un payaso malvado que se transforma en malo por un robo que salió mal; sin desmejorar aquella presentación, en el presente se nos muestra a alguien que sabe muy bien lo que hace y que sin una sociedad tan perturbada como la nuestra, no tendría material para montar su maravilloso show.
Desde los linderos de la próxima vida, tu creador debe estar satisfecho con su trabajo. Guasón del siglo XXI, llegas para darnos una gran lección.
Jefferson.

1 comentario:

Níyume dijo...

Jeff, brillante post. La película interesante y los personajes -parecera loco- pero creibles. La ciudad tan gótica cómo mi querida Caracas.
Un abrazo Mercuriano