viernes, octubre 13, 2006

Esencias de mujer.

Cuando cada ser vivo da su primer paso en este planeta porta consigo un don muy hermoso y a la vez muy útil para su vida, el sentido del olfato, se dice científicamente que este sentido es uno de los más importantes dentro del desarrollo del individuo, lo ayudará de manera incomparable en su estadía por estos parajes de supervivencias. Claro está que el ser humano de todas las criaturas que habitan este planeta son los seres que menor contacto tienen con los usos primitivos de los aromas, pero si hay algo que no se ha perdido con los millones de años de evolución es la perdida de feromonas dulces y ricas en químicos atrayentes para el humano en su búsqueda de compañía, de todas las creaciones divinas, la mujer ocupa un alto rango en la lista, se podría decir que su intención en esta humanidad ha sido redefinida miles de veces, pero su aroma sigue siendo autentico a su propósito.

Cuando una fémina nace, primero evoca una esencia de esperanza, ese olor a recién nacido tan parecido al almizcle de durazno o a los olores que transmite un carro nuevo, este aroma nos recuerda a una época mucho más simple, un tiempo del cual todos venimos y a veces deseamos volver. Con el pasar de los años la mujer crece constante, como un girasol en primavera o la aurora boreal que se levanta en los vientos del frío norte, su olor cambia y ahora a la edad adolescente nos encontramos con una mezcla de esencia de rosas y jazmín, evocando a los más grandes perfumes usados por las musas del Monte Olimpo que volvían locos a los corazones jóvenes, con esta fragancia la etapa media hacia la mujer madura comienza, y trae consigo cambios químicos que atraerían a cualquier hombre a la locura, tras pisar un poco más de los primeros años, nos encontramos en la época en que lo nuevo y lo viejo se juntan, nos encontramos a una mujer que se encuentra en la etapa perfecta de la vida, en donde está llena de entusiasmo y también de sueños, el olor para esta era es de margaritas y naranjas del verano, demostrando así que la madurez plena está por llegar y el vientre de madre empieza a nacer con una nueva vida.

Tras pisar la mitad de la vida vital, la mujer ha pasado por un sinfín de fragancias que recuerdan al Jardín del Edén con su mixtura de aromas, o quizás a los grandes Jardines de Babilonia, pero con este nuevo paso la esencia se hace más elegante y más relajante recordando que ha llegado el momento de asentarse, y así la canela, el chocolate y la menta inglesa se unen para crear a la mujer completa, astuta y con toneladas de sabiduría encima; nunca dará nada por asentado y comprenderá que la madurez no es casualidad sino un arte que aprendió a manejar. Así Kronos el padre tiempo, mueve sus cartas otra vez y al pasar por estos pistilos de fragancias a los cuales llamamos vida, la mujer llega a la etapa donde la vida se va de a poquito, ya la supervivencia no importa y ahora el ambiente es rodeado con perfume de champagne o del mejor vino cosechado en las praderas de Francia, evocando a una época de gloria y fracasos, cada cumpleaños se convirtió en testigo silencioso de una vida grandiosa y llena de amigos, y acompañada de alguien que la supo merecer, porque uso su nariz y su mente, para encontrarse con uno de los seres mas bellos de la tierra: la mujer.


Jefferson.