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Imagen derechos reservados de twitter.com
No tengo memoria de cuándo comencé a usar la Internet. Creó que fue durante primaria para sacar la pata del barro ante un trabajo que tenía que entregar de un día para otro. O quizás descubriendo a través de páginas “espirituosas” las bondades del cuerpo humano, como cualquier adolescente cachondo. El punto es que muchos de nosotros nunca imaginamos el poder que esta herramienta tendría (tiene) dentro del desenvolvimiento político y social de nuestro país. Todos sabemos que el gobierno venezolano es un estatista castrador de libertades. Primero fueron las tierras “ociosas”, luego las empresas “opresoras” para luego seguir hacia los medios de comunicación “neoliberales”. El control de todo, significa la continuidad en un poder maltrecho. Sin embargo no contaban con la aparición de un pajarito que surfea la red recopilando información libre y sin tapujos, cruzando fronteras sin tener pasaporte y cantando a los cuatro vientos las vicisitudes que enfrentan los pueblos oprimidos.
“Te metiste conmigo, pa…pa…, pajarito”
Twitter, a grandes rasgos, es un sitio para hacer microblogging. Los usuarios se registran, y crean una cuenta que te otorga 140 caracteres para decir lo que quieras. En otras palabras, un espacio donde la libertad de expresión es la tarjeta de presentación, y la moderación se establece de acuerdo a las ideas de sus usuarios. ¿Nada mal verdad? Sin embargo esta herramienta ha adquirido una importancia significante en la lucha por las libertades civiles, uno de los casos más recientes y emblemáticos fueron las elecciones en Irán, donde millones de personas fueron llamadas a las calles para protestar por supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales. Mahmud Ahmadineyad, el mismo que dijo que el holocausto es una mentira, fue “reelecto” sobre el candidato opositor Mir-Hossein Mousavi. Protestas, represión policial, heridos y muertos, fueron silenciados por los medios de comunicación iraníes. Sin embargo, les comenté que Twitter tiene la maravillosa aplicación de subir fotos y videos, pues sí, así salió a la luz pública como las fuerzas de represión iraní coartaban los derechos fundamentales del ser humano. ¿Les parece conocido ese panorama?
Con una ley que controla lo que se dice y no se dice dentro de los medios de comunicación venezolanos. Muchos de nosotros nos hemos volcado a la web para demostrar nuestro descontento ante 11 años de políticas públicas que no han evidenciado un progreso en Venezuela. Facebook, Blogger, Tumblr, Twitter, entre otros son los canales de comunicación locales y mundiales, que garantizan que la información no se quede fría en las salas de redacción. El periodismo ciudadano ha dejado de ser una minoría en el eje informativo del país, para convertirse en un monstruo que asusta a Miraflores. Por ahí dicen que si “cierran una puerta se abre una ventana”, pues dicha frase no podría ser más cierta en esta tierra. Con la referencia iraní, aprovechamos los favores recibidos por el pajarito azul (símbolo de Twitter) y se han coordinado protestas y acciones para contrarrestar la hegemonía del Ejecutivo Nacional.
Dentro de Twitter existe una especie de conteo, donde todos los días se anuncia cuáles son los tópicos más hablados por hora, mes y año. Se llaman “hashtag” o “tag” que por lo general es una frase presidida por el símbolo: #. Venezuela tiene el suyo y cada uno de ustedes debe conocerlo: #FreeVenezuela. Esta semana durante una protesta en la web (más pacífica imposible), convocada por el Colegio Nacional de Periodistas, miles de venezolanos llenamos la boca del pajarito con el nombre de nuestro país, llegando a estar de quintos en los tópicos más discutidos. ¿Útil? ¿Inútil? Depende del ojo con que se mire, el punto es, que los espacios están dados para que no nos quedemos callados. Salir a la calle a través de la convergencia en la red, es una fórmula inteligente y desconcertante para los que viven enfrascados con ideas del siglo pasado. ¿Por qué creen que ordenaron a “recuperar esos espacios a toda costa”?
El esbirro de la Internet
En Cuba estar en línea (y no me refiero a la corporal) no es para todos. El servicio se reduce a los centros turísticos donde tan sólo los turistas tienen acceso. Es por eso, y como un reconocimiento humilde de mi parte, reconozco la labor de la bloggera cubana Yoani Sánchez, y es que desde su espacio www.desdecuba.com/generaciony/ abre los ojos hacia una realidad que muchos desconocen o no quieren ver. Las autoridades de esta isla instauraron un control férreo sobre la Web, con apoyo del gobierno Chino, principal promotor de este tipo de acciones en el mundo. Hablar mal o desconocer los logros de la “revolución cubana” son antipatrióticos y se pagan con cárcel, seas cubano o no; es por eso que hay que reprimir en todos los medios posibles. ¿Cómo se va estar hablando mal de un país tan “libre” y “soberano”? ¡La Internet es otra arma más del imperio para atacarnos! Patadas de ahogado ante una humanidad que se une más y más, todos los días, a través de una simple fibra óptica o señal de satélite. Pero satélites de los buenos, porque todavía estoy esperando mi banda ancha en el Amazonas, como ALGUIEN, me lo prometió.
Es aquí donde entra en juego el comandante Ramiro Valdés, personaje bastante oscuro de la política cubana. Obviamente participó en la revolución cubana y ha ejercido cargos públicos en la isla. Pero ya las alarmas nacionales e internacionales se prendieron desde el momento en que su nombre apareció ligado al de Venezuela. Conocido dentro de los círculos de exiliados cubanos y personas que estuvieron presas en La Habana, como un ser sanguinario, cuyo objetivo es la inteligencia (tácticas aplicada por el estado para controlar el territorio y a sus ciudadanos) Ungido por el Gobierno Venezolano, como el Moisés que nos salvará de los racionamientos eléctricos, es un secreto a voces que lo menos que sabe este hombre es de cambiar bombillos y subir cuchillas. Cabe destacar, y estos es un pequeño detallito, que Valdés promovió dentro de Cuba el control de la Internet. ¿Coincidencia? Nada de lo que le está pasando a Venezuela es coincidencia.
Es muy pronto para hablar sobre los futuros inmediatos, ¿irónico no? Pero lo que sí se debe tener en cuenta, es que ya basta de levantarnos cada mañana, y observar que perdimos algo. Primero fue un canal, después 34 emisoras de radio y ahora ¿tu computadora? Quizás ya se esté construyendo la jaula para el pajarito azul, y si se llegase a cortarle las alas, bueno, ustedes imagínense el resto.
Jefferson Díaz
“Te metiste conmigo, pa…pa…, pajarito”
Twitter, a grandes rasgos, es un sitio para hacer microblogging. Los usuarios se registran, y crean una cuenta que te otorga 140 caracteres para decir lo que quieras. En otras palabras, un espacio donde la libertad de expresión es la tarjeta de presentación, y la moderación se establece de acuerdo a las ideas de sus usuarios. ¿Nada mal verdad? Sin embargo esta herramienta ha adquirido una importancia significante en la lucha por las libertades civiles, uno de los casos más recientes y emblemáticos fueron las elecciones en Irán, donde millones de personas fueron llamadas a las calles para protestar por supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales. Mahmud Ahmadineyad, el mismo que dijo que el holocausto es una mentira, fue “reelecto” sobre el candidato opositor Mir-Hossein Mousavi. Protestas, represión policial, heridos y muertos, fueron silenciados por los medios de comunicación iraníes. Sin embargo, les comenté que Twitter tiene la maravillosa aplicación de subir fotos y videos, pues sí, así salió a la luz pública como las fuerzas de represión iraní coartaban los derechos fundamentales del ser humano. ¿Les parece conocido ese panorama?
Con una ley que controla lo que se dice y no se dice dentro de los medios de comunicación venezolanos. Muchos de nosotros nos hemos volcado a la web para demostrar nuestro descontento ante 11 años de políticas públicas que no han evidenciado un progreso en Venezuela. Facebook, Blogger, Tumblr, Twitter, entre otros son los canales de comunicación locales y mundiales, que garantizan que la información no se quede fría en las salas de redacción. El periodismo ciudadano ha dejado de ser una minoría en el eje informativo del país, para convertirse en un monstruo que asusta a Miraflores. Por ahí dicen que si “cierran una puerta se abre una ventana”, pues dicha frase no podría ser más cierta en esta tierra. Con la referencia iraní, aprovechamos los favores recibidos por el pajarito azul (símbolo de Twitter) y se han coordinado protestas y acciones para contrarrestar la hegemonía del Ejecutivo Nacional.
Dentro de Twitter existe una especie de conteo, donde todos los días se anuncia cuáles son los tópicos más hablados por hora, mes y año. Se llaman “hashtag” o “tag” que por lo general es una frase presidida por el símbolo: #. Venezuela tiene el suyo y cada uno de ustedes debe conocerlo: #FreeVenezuela. Esta semana durante una protesta en la web (más pacífica imposible), convocada por el Colegio Nacional de Periodistas, miles de venezolanos llenamos la boca del pajarito con el nombre de nuestro país, llegando a estar de quintos en los tópicos más discutidos. ¿Útil? ¿Inútil? Depende del ojo con que se mire, el punto es, que los espacios están dados para que no nos quedemos callados. Salir a la calle a través de la convergencia en la red, es una fórmula inteligente y desconcertante para los que viven enfrascados con ideas del siglo pasado. ¿Por qué creen que ordenaron a “recuperar esos espacios a toda costa”?
El esbirro de la Internet
En Cuba estar en línea (y no me refiero a la corporal) no es para todos. El servicio se reduce a los centros turísticos donde tan sólo los turistas tienen acceso. Es por eso, y como un reconocimiento humilde de mi parte, reconozco la labor de la bloggera cubana Yoani Sánchez, y es que desde su espacio www.desdecuba.com/generaciony/ abre los ojos hacia una realidad que muchos desconocen o no quieren ver. Las autoridades de esta isla instauraron un control férreo sobre la Web, con apoyo del gobierno Chino, principal promotor de este tipo de acciones en el mundo. Hablar mal o desconocer los logros de la “revolución cubana” son antipatrióticos y se pagan con cárcel, seas cubano o no; es por eso que hay que reprimir en todos los medios posibles. ¿Cómo se va estar hablando mal de un país tan “libre” y “soberano”? ¡La Internet es otra arma más del imperio para atacarnos! Patadas de ahogado ante una humanidad que se une más y más, todos los días, a través de una simple fibra óptica o señal de satélite. Pero satélites de los buenos, porque todavía estoy esperando mi banda ancha en el Amazonas, como ALGUIEN, me lo prometió.
Es aquí donde entra en juego el comandante Ramiro Valdés, personaje bastante oscuro de la política cubana. Obviamente participó en la revolución cubana y ha ejercido cargos públicos en la isla. Pero ya las alarmas nacionales e internacionales se prendieron desde el momento en que su nombre apareció ligado al de Venezuela. Conocido dentro de los círculos de exiliados cubanos y personas que estuvieron presas en La Habana, como un ser sanguinario, cuyo objetivo es la inteligencia (tácticas aplicada por el estado para controlar el territorio y a sus ciudadanos) Ungido por el Gobierno Venezolano, como el Moisés que nos salvará de los racionamientos eléctricos, es un secreto a voces que lo menos que sabe este hombre es de cambiar bombillos y subir cuchillas. Cabe destacar, y estos es un pequeño detallito, que Valdés promovió dentro de Cuba el control de la Internet. ¿Coincidencia? Nada de lo que le está pasando a Venezuela es coincidencia.
Es muy pronto para hablar sobre los futuros inmediatos, ¿irónico no? Pero lo que sí se debe tener en cuenta, es que ya basta de levantarnos cada mañana, y observar que perdimos algo. Primero fue un canal, después 34 emisoras de radio y ahora ¿tu computadora? Quizás ya se esté construyendo la jaula para el pajarito azul, y si se llegase a cortarle las alas, bueno, ustedes imagínense el resto.
Jefferson Díaz
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