EL EFECTO PLACEBO
"La crueldad es uno de los placeres más antiguos de la humanidad"
Friedrich Nietzsche
Haciendo zapping en la televisión en estos días, me topé con la frase que ven arriba. Me pareció muy adecuada para el programa que promociona, el mismo trata sobre unos asesinatos y los detectives encargados del caso; pero más allá del uso publicitario que le dieron los creativos del canal a la oración, ésta encierra un mensaje bastante desolador acerca de la condición humana. Muchos de nosotros sabemos quien fue Nietzsche, gran filósofo alemán que se dio cabezazos con la vida y escribió cosas asombrosas, dentro de su propia originalidad tuvo la puntería para conocer los requerimientos que sirven de materia prima para la construcción de una sociedad.
Nosotros podemos llegar a ser crueles de nacimiento, quizás por el origen barbárico de nuestra humanidad (guerras, inquisisiones y pare de contar) o quizás porque desde el vientre hasta que hacemos uso de la razón somos animales. Lo observamos cuando un niño le quita las alas a una mariposa o cuando admitimos que un grupo de infantes reunido puede llegar a ser muy crudo, en la infancia no reconocemos tabúes y tampoco sabemos de barreras para decir lo que sentimos. Ahora bien, cuando llega la época de usar nuestra materia gris la cosa se vuelve más compleja, aprendemos los recursos del respeto, la prudencia, la paciencia, la hipocresía y el pensar antes de hablar; es cuando se desarrolla un juego bastante complejo al que llamamos vida.
Si bien es cierto que dentro de nuestra historia hemos tenido notables figuras que han producido enormes beneficios a nuestra humanidad, también es muy cierto que las contrafiguras ante esta situación son cuantiosas. Para un Roosvelt había un Hitler, para un Dalai Lama había un Mao Tse Tung, para un Kennedy hay un Fidel; todos salieron de un vientre materno, ninguno era extraterrestre, contaban con familias, entonces: ¿que los hizo cambiar? ¿cómo un niño pasa de jugar en la pradera a cometer actos de extrema crueldad? Pareciera que vivieramos en dos mundos, lo que creemos conocer y lo que en realidad sucede.
Esta teoría no es nueva, muchos pensadores existencialistas y filósofos se han dedicado a la tarea de estudiarla. Es un tema fascinante, es como nacer por segunda vez, pero en esta ocasión lo hacemos a conciencia. Salimos a la calle conociendo que las cosas pueden salir tan bien como las trabajemos, pero que no será fácil, que tendremos que sortear obstáculos y muchas veces derrotas. Vivimos en un burbuja que mantenemos y que no queremos que se rompa, como "gente normal" creemos que nuestro valores y creencias aprendidas de hogar son suficientes para tener éxito. Pero que pasa cuando llegamos a un límite, cuando ya la situación entra en plano desconocido, cuando nos encontramos en un territorio inexplorado; el juego es otro y volvemos a los instintos primitivos donde siempre el vencedor será el que más fuerza tenga o pretenda tener. Los vemos en épocas de guerra, muchos soldados cometen actos de extrema violencia en contra de sus prisioneros, algunos ejemplos son los soldados norteamericanos jugando "tan sútilmente" con capturados afganos o iraquíes. Tropas israelíes que no diferenciaron entre mujeres, niños y un rebelde con una bazuca. Supuestas tropas liberadoras de Colombia, que bajo el nombre de terror FARC, han actuado en contra de campesinos y compatriotas, que se convirtieron en blancos. Lo vemos en nuestro país, cuando para robarte, te matan primero y luego revisan a ver que tenías. La vida se vuelve una posesión que no tiene valor.
Nos damos cuenta que la línea entre el bien y el mal es algo producido en un estudio de Hollywood. Que en realidad vivimos en un mundo bastante cruel y que nuestra felicidad es tan frágil que muchas veces puede ser ilusoria. Pero lejos de ser fatalista, pienso que esto es un conocimiento que se adquiere a lo largo de nuestra vida, comprendemos que esta situación crea un equilibrio necesario para no volvernos locos. O es que acaso se imaginan un mundo donde todos cantemos como Teletubbies o como Barney y vivamos "Felices para siempre". Del fango puede nacer una flor. Europa se recuperó de dos guerras, España sufrió la peor guerra civil de la historia y se levantó, nuestros países tienen un largo historial de recuperarse de eventos que nos han colocado por el suelo, a pesar de todo sabemos que es posible reconstruir el castillo. Que de una vida perdida, puede nacer la chispa de el progreso. Triste pero cierto, nuestra felicidad está ligada a nuestra capacidad para levantarnos en momentos opresivos. Dejemos entonces de ser llevado por el efecto Placebo y conozcamos la cara verdadera de nuestro mundo.
Jefferson Díaz.
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