Todo empezó algunos días. El concepto de belleza se me había presentado nuevamente, ligado al significado de la fealdad, y es que ambos se relacionan de tal manera que uno no puede existir sin el otro. Busqué inmediatamente el libro de Umberto Eco "La historia de la belleza" que tengo ubicado como uno de los textos que siempre reviso; cada vez que lo veo me como los sesos tratando de entender la visión de lo bello a cargo de uno de los semiólogos más cabillas que existen (mi lenguaje estoico está en su máxima expresión, por estos días) abrir las páginas del libro transportan a la comprensión de lo cotidiano y lo que damos por asentado. ¿Qué nos parece bonito? ¿Qué entendemos por atracción? son preguntas que algunos se hacen, pero muy pocos logran reponder. Lo único que si está claro es que dentro de la humanidad existe un concepto generalizado de lo que es hermoso, lo observamos cuando apreciamos un atardecer, cuando nos asombramos por una luna llena, cuando desglosamos una obra de arte o cuando determinamos a la persona que nos gusta y con la que queremos estar.
El concepto básico está, ahora lo que no se comprende es la diversidad de gustos que existen. Lo que a mí me puede parecer bonito a otros les puede resultar horroroso. Es esa libertad de obtener lo que nos gusta que hace que la belleza se ramifique y se extienda en muchas direcciones. Los elementos comparativos los tenemos: a los renacentistas las catedrales góticas le parecían espantosas, hoy en día son consideradas obras de arte, muchos no pueden entender como Heidi Klum se pudo casar con un hombre que no calza en los prototipos impuestos para ella, a muchos les parece absurdo observar a la Gioconda sin saber de que es lo que se ríe, son ejemplos que tenemos hoy en día y que Eco los análiza con profunda puntualidad. La belleza por lo general se asocia al aspecto fisíco de los seres humanos, cuantas veces no hemos escuchado decir: ¡Dios mío, que mujer tan bella! ¡Mamacita, eso si está rico! son expresiones que calzan dentro de un sujeto atractivo para cierta parte de la sociedad. Pero ¿qué pasa cuando estás caracteristicas cambian? ¿qué pasa cuando lo generalmente feo se ve hermoso? allí es cuando nos conseguimos los saltos en la cadena.
Con el paso del tiempo los parámetros de belleza han cambiado. Lo que se veía bonito en los 50 no lo es en el siglo XXI, ahora influyen otros elementos. Debemos considerar el aspecto material, y es que en un siglo donde la tecnología poco a poco empieza a tomar muchas atribuciones antiguamente en posesión de los humanos, el concepto de lo que se tiene toma un peso importante. Las personas que consideran esto una prioridad dentro de sus límites de atracción son tildadas de materialistas u oportunistas, conceptos que socialmente no se alejan de la realidad, pero que en su subconsciente está arraigado a la busqueda de lo bello. Otros ven lo social y cómo es su desarrollo dentro del grupo humano en el que se desenvuelven. También se debe tener en cuenta el aspecto fisíco y como cada uno determina su modelo a seguir, sin importar que ese molde no se adapte a lo impuesto por los medios de comunicación. ¡Mantenerte siempre flaca! ¡Con esto limpias tus poros! ¡Usa colonia XX la mejor del mundo! así, hay muchos ejemplos publicitarios que nos apuntan a localizar algo que no necesitamos. Imágenes que muy sutilmente (algunas no tanto) nos dicen lo que es "aceptado" por el resto del rebaño, situación que no está muy lejos de la verdad.
Cuando los medios de comunicación se masifican, también lo hace la publicidad. El concepto de hacer dinero entre los seres humanos es uno de los más primitivos que tenemos; así los que saben aprovechar la situación identifican el mensaje y lo transmiten a todos. Así como ovejas seguimos al pastor de Armani. Siempre me acordaré de una entrevista que le hizo Michael Moore a Marilyn Mason, en esa conversación Mason dice algo que se me tatuó en el cerebro: "Los medios son muy astutos, te hacen creer que si no usas cierto tipo de pasta de dientes, la chica bonita no dejara que te acuestes con ella" palabras muy verdaderas provenientes de un rockero. La belleza a la que estamos acostumbrados en los cines, libros y vallas de 12x12, no es 100% real. Cuando viene la hora de la verdad, todo se resume a la busqueda de la felicidad y si en ese paquete el envoltorio es bonito, pues nos hemos ganado la lotería. De resto lo demás es pura utilería.
Todo esto sale mucho más allá del libro y se adentra a mi círculo de amistades, donde el género femenino está excelentemente representado en aspectos de belleza y la busqueda de ella. ¡Dios me las cuide!
Jefferson.
2 comentarios:
Me encantó este post!
Y Amén!
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