Mi ausencia está justificada, una vez que entras a trabajar en algo que te gusta el impetu de la juventud no da lugar para otra cosa. Espero decir lo mismo dentro de 20 años. En estos últimos días hay un tema que me ha mantenido bastante interesado: la eliminación de las pruebas internas para las Universidades públicas. Al parecer el gobierno nacional se ha tomado bastante en serio el tema educacional (en términos de adoctrinamiento, claro está) y ahora quiere ofrecer "una educación justa y al alcance de todos". Todo esto bañado en el mismo discursillo político del socialismo del siglo XXI. Dicha situación ha levantado bastante polvo para los rectores universitarios; amparados por la autonomía universitaria. Les parece un exabrupto eliminar de un plumazo, un proceso de admisión que ha venido trabajando desde hace tiempo. Las pruebas internas es el camino secundario para poder ingresar en la educación universitaria pública (por lo menos de manera legal) la principal vía es la asignación de un cupo por parte del CNU, cosa que en éste país se ha transformado en una especie de loteria; porque para obtener esa asignación los niveles de evaluación son bastante altos. No critico a la educación venezolana, es más, sin que me quede nada por dentro puedo decir que la educación de 3er grado en Venezuela es muy superior a la de otros países asociados con el Primer Mundo. La única diferencia es que allá sí existen diversas oportunidades para avanzar, aquí o corres o te encaramas. Ahora bien: ¿a que punto las pruebas internas son efectivas o no?
Por lo que he visto en las Universidades públicas, el sistema de ingreso también es una suerte de loteria. Conozco gente que con bajos promedios, ha logrado entrar en la escuela de Comunicación Social de la UCV, cuando presentaron miles de estudiantes bajo la promesa de obtener uno de los 50 cupos. Estoy segruo que dentro de esa población que presentó, habia gente mucho más preparada. ¿Cómo explicamos eso? Cómo explicamos que en las universidades púbicas un número sustancial de alumnos pertenece a las clases más altas, llamense estractos: A y B. Así, vas a la USB y te encuentras con carros importados o del año en manos de estudiantes. ¿No debería ser la educación pública una oportunidad para los que no tienen los recursos para pagar una privada? ¡Claro! podemos echarle la culpa a los liceos públicos de Venezuela, donde la educación secundaria ha caído en una especie de limbo donde no hay progreso. Esto yo no lo niego, soy firme partidario de que la manera en que ven clases los estudiantes de entidades públicas debe ser revisada y mejorada. Pero lo que no me cuadra es que de una población de estudiantes egresados de colegios públicos, únicamente un grupo considerablemente bajo entre en las Universidades públicas. ¿Donde quedaron entonces los planes de ayuda de esas Universidades para los menos preparados? Todos tenemos derecho a una educación superior.
Yo estudio en una Universidad privada, bastante cuestionada también. Mi ámbito estudiantil se desarrolla en un ambiente, donde si no tienes un título universitario de la UCAB, UCV, USB eres un bicho raro, limitado a unos conocimientos paupérrimos. Pienso que la oportunidad debe estar por igual para todos, lo demás lo determinara tus cualidades y tus ganas de avanzar. Bastante que en mi casa nos partimos el lomo para poder pagar los servicios básicos y a eso le agregamos un gasto de educación que es necesario, hubiera sido mucho más fácil quedar en una pública y dedicarme a mejorar en otras areas. El ingreso no depende de la Universidad, ni del estudiante, así que no vengamos a señalarnos. Todo depende del método en que esto pase, muchas casas de estudio, públicas y privadas por igual, se preocupan más por ganar dinero que por obtener buenos estudiantes; allí es cuando vemos a personas que pasan 9 años en la UCV para graduarse o que saltan de carrera en carrera en la UCAB. Ocupando puestos que otros podrían aprovechar de manera mucho más efectiva. Mi mayor deseo es que todos podamos disfrutar de una educación de calidad, así tendremos el camino mucho más claro para un futuro mejor.
No soy stalinista, comunista, ni mucho menos socialista. Soy alguien que piensa que la educación debe ser un derecho real y sostenible, y no una necesidad preocupante y frustrante.
Jefferson.
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