Cuando se ponga azul...

Manny tenía un empleo bastante rutinario, todos los días se paraba bien temprano, comía un buen desayuno y se preparaba mentalmente para lidiar con los problemas de oficina. Trabajaba para el Ministerio de Asuntos Exteriores del Inframundo, bajo el cargo de Recolector de Almas; lo que implicaba bastante competencia con los demás recolectores. Él que consiguiera más clientes (Almas) para el Ministerio recibía grandes bonos vacacionales y oportunidades de ascenso. Allí dentro se decidía el destino de los no-vivos y la manera en que debían hacer su viaje al otro mundo, con la concesión dada por el Infierno y el Cielo, los asuntos ministeriales se manejaban con el mayor recelo y en los mejores intereses de las Compañías que eran representadas; tanto la Celestial como la Infernal.

Manny tenía uno de los mejores records en el trabajo, cada vez iba más y más a la tierra de los vivos para recolectar lo que pagaba su hipoteca, y es que el Penthouse en la calle Death no era nada barato. Su estilo de vida reflejaba el porque de su apodo "El rey de las Parkas" y es así que no descansaba hasta que todos los clientes quedaban satisfechos.

Su filosofía de vida era simple y práctica: "Cuando se ponga azul, ya es muy tarde. Muerto el ser, trabajo por hacer".

Jefferson.