viernes, julio 13, 2007

El Instinto Humano.

Desde hace mucho tiempo los seres humanos hemos dependido de los animales para sobrevivir. Aunque seamos la especie dominante del planeta siempre la ayuda de otras especies nos ha hecho muy bien; ya sea para consumo propio y así poder sobrevivir: cómo las vacas o los pollos a los cuales nos comemos. O quizás de inspiración como las Aves y su vuelo natural para entender como poder volar nosotros fabricando aviones y los Rinocerontes para poder entender la armadura natural y así aplicarla a nuestros transportes de guerra. El raciocinio no nos ha impedido reconocer las habilidades de las que carecemos.
Pero una pregunta me ronda la mente desde hace varios días, ¿qué ha pasado con el Instinto Natural? Ese sentido extra que al parecer las demás especies de este mundo logran manejar muy bien. Hace días tuve un encuentro cercano con la naturaleza aquí en mi apartamento. Por mi ventana se metió un pequeño pajaro, al parecer herido de una pata lo que impedía que se moviera bien; es así que mientras yo observaba al pobre animal y trataba de ayudarlo para que pudiera volar, mis gatos de inmediato se pusieron en posición de ataque como si de un comando de las Fuerzas Especiales se tratase. Su actitud cambió subitamente y pude observar que los años en los cuales los he estado alimentando no han servido para cambiar sus ansías de la caza y la presa. Ellos no se han dejado aminorar por los Medios de Comunicación de última tecnología, por el Internet y sí lo vemos desde un sentido más rudimentario no se han dejado impresionar nisiquiera por la invención de la Rueda.

Ahora ustedes me dirán: "Debes entender que ellos no razonan y nosotros sí" bueno, eso lo creo a medías porque si razonaramos en realidad y de una manera efectiva no tendríamos tantos problemas a nivel mundial, ¡Pero bueno eso es harina de otro costal!, el punto es que los humanos hemos aprendido subconcientemente a suprimir nuestros instintos y no es sino en las peores adversidades o en situaciones de alta competencia cuando vemos reflejos de eso que no sabíamos que podíamos hacer. A mí me parece que uno de los mejores superheroes es Spiderman, no porque suba paredes, ni porque lanze telarañas, es su sentido arácnido ese "superpoder" que lo hace presentir que algo anda mal. Pues Señoras y Señores eso los animales en su estado salvaje también lo tienen, ¡Y cómo les funciona!
Pues les digo que los Seres Humanos somos animales, solo que estamos domesticados. Nuestros logros nos han permitido sobrevivir en un mundo donde los colmillos y las garras ya no son tan efectivas como la Pesca Comercial y la Ganadería a gran escala. Donde los métodos de defensa naturales ya no son nada al lado de las pistolas, los misiles teledirigidos y las armas biológicas. Llegará un momento en que nuestros sentimientos sean nuestro único link entre nuestra parte salvaje, tan solo espero que no los suprimamos con acciones artificiales; así cuando se sienta miedo no compremos robots para que no nos maten o quizás cuando pidamos matrimonio el anillo de compromiso no sea holografico. Nuestros instintos deben convertirse en un símbolo permanente de nuestra razón humana, entendiendo que los pensamientos salvajes vienen incrustados en nuestro CPU a lo que nacemos, lamentablemente los vamos perdiendo al ver que la tecnología se ha convertido en un sustituto perfecto para nuestro Sentido Arácnido.
Jefferson.

1 comentario:

jesus sanchez dijo...

De manera contraria a los animales, nosotros nos desarrollamos con la ayuda de la ciencia. Sin embargo, esto aún no es libre albedrío. La ciencia sólo nos avanza un poco hacia adelante. Los animales son conducidos por golpes y por sus instintos, pero como escasamente tenemos instintos, nos desarrollamos por medio de los golpes y la ciencia.

Los avances científicos nos permiten ver y resolver los problemas por adelantado. Por ejemplo, los rayos X nos permiten identificar una enfermedad y comenzar el tratamiento sin esperar a que aparezca realmente. Sin los rayos X, sólo el dolor nos podría decir que hay un problema.

Así, la ciencia nos ayuda a sufrir menos, y pagamos un alto precio por el conocimiento científico. Sin embargo, sigue siendo la misma tendencia bestial: el deseo de estar libre de problemas. La ciencia no nos elevará al grado humano, ya que es parte del nivel animado. Mediante su uso, compensamos nuestra falta de instintos, eso es todo.

Los animales se las arreglan muy bien sin médicos. Ellos saben cómo comer bien, cómo dar a luz, y cómo construir su refugio. Los animales hacen todo por instinto, mientras que nosotros reemplazamos los instintos con la ciencia. Este es en realidad el papel de la ciencia, servir a nuestro egoísmo para así sufrir menos.

Así examinamos también nuestro desarrollo en el nivel animado. Incluso cuando la gente se vuelve consciente de la necesidad de unirse y de conectarse, no sabe cómo lograrlo