Me ha entristecido mucho saber que la Librería Monte Ávila ubicada en el Teatro Teresa Carreño ha cerrado sus puertas. Cómo en ésta ciudad no hacen falta espacio culturales (verdaderamente culturales) entonces vamos a cerrar otro más, a quién se le habrá ocurrido ésta genial idea. Por lo demás esto representa una gran perdida dentro del mundo de las librerías, éste sitio era lugar de encuentro para escritores, intelectuales y lectores asiduos que en la busqueda de una salida a la cotidianidad tan maniática que rodea toda Caracas, se dirigían a el TTC y en el Lobby encontraban un pedacito de paz.
Todo lo que involucra a la lectura y a sus esfuerzos para impartirla a todos, debería ser apoyado y protegido con el mayor esfuerzo, con ésta acción de cierre se hace todo lo contrario, además que le priva a los lectores la oportunidad de tratar con Libreros de alto calibre, que con bastante pasión te ubicaban el libro que desearas, y sí no lo tenían te daban opciones para ubicarlo. Da mucha pena que esto pase, pero como buen lector deseo que estas personas salgan adelante y que muy pronto podamos ubicarlos en su ambiente natural y donde mejor se desarrollan: en una librería. Realizando un bello trabajo como es el de fomentar las palabras y las historias que encierran miles de libros.
Me he enterado que la Librería Macondo también cierra sus puertas, es triste saber estás noticias tan seguido, pero como lo dije anteriormente: que esto no se vea como un adiós, y haciendole honor al cliché, veamoslo como un hasta luego; debido a que las buenas tramas no mueren y los que la cuentan, en éste caso los buenos libreros, no morirán tampoco.
Jefferson.
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