Ese librito que tanta historia tiene.... (La Moleskine)

¡Por esa pendejada es que te dabas tanta mala vida! esa era la expresión que decían mis amigos cuando me veían abrir el paquetico meticulosamente envuelto a mi moleskine recién adquirida. Esa fina tela de plástico que me separaba de las 80 páginas en blanco, listas para ser llenadas de ideas, noches de ocio e imágenes poderosas que alimenten mis cuentos. Y es que sin querer considerarme Hemingway (como lo indica el papelito explicativo que encuentras dentro de ellas) él las usaba para soltar la mano y escribir. Ese bello oficio que tanto requiere de palabras, oraciones y de páginas en blanco, como la sque tenía ahora en frente mío.

Desde hace tiempo estaba pendiente de comprarme una, para sentir un pedazo de la historia en mis manos; porque estás libretas eran usadas por los grandes intelectuales en los últimos siglos. Es así que comenzé mi busqueda y por pura casualidad las encontré en el Fondo De Cultura Económica en la Avd. Casanova, sentía que tenía mucha suerte porque la muchacha que me las vendió dijo que no las traerían más, ojala esto no sea cierto. El caso es que la había encontrado, y sin querer soñar que comprando esto me iba a convertir en el próximo García Márquez, se sentía muy bien tener éste artículo en mis manos.

Ella te da esa sensación de especialidad que ni todos los avances tecnológicos del mundo pueden igualarse con su coquetería y su historia. Ahora les escupo lo que aprendí de su folletico informativo: "usadas por Piccaso y Vang Gogh" es genial saber que uno que pintó el "Guernica" y otro que se corto la oreja por amor usaron estos libritos, algo así como cuando un antiquario consigue una pieza de arte perdida. Las moleskines han seducido a más de uno, y yo no iba ser la excepción, ahora podía saber lo que se siente escribir dentro de sus páginas. Es por eso que cuando se me acabe una compraré otra y seguiré cayendo bajo sus encantos, y ni todos los celulares de última generación, ni todas las laptops ultra planas, ni las Palms que puedan volar y llevarme a Tokio en 30 segundos podrán separarme de lo que la Moleskine significa para el mundo de las artes y de las letras.

Invito a todos a compartir esta sensación. ¡Larga vida a la Moleskine!

Jefferson.