"Qué te pasa viejo año, que te pasa. Que ya tienes tus maletas preparadas. Dime si es que te han botado de la casa, porque estás viejo, porque no sirves pa'nada."
"Viejo año" de Maracaibo 15
Las nostalgías son el invitado principal para las celebraciones de fin de año. Y es que cuando estamos pendientes de las 12 uvas, de abrazar a tú mamá, de ver que las hallacas no se quemen y de que los niños se cuiden cuandon lanzan los infames triqui-traquis (actividad que no se limita únicamente al campo infantil, existen bastantes manganzones que también disfrutan de eso) siempre aparecen los recuerdos del año que se nos va. Memorias que por lo general siempre determinan una tendencia definitiva: o son buenos recuerdos o son malos recuerdos. No quiero sonar como el Grinch, y decirles ahora, mi manera de robarme la Navidad con el Año nuevo incluído; pero que bendita manía de ponernos nostalgicos el último día del año. No enfocamos nuestras ganas parrenderas para un nuevo comienzo sino que nos empeñamos en retomar lo que el pasado se llevó.
Que si el trabajo que no logré, que si la novia me dejo, que si me gane la lotería pero no lo que yo necesitaba, que si el país anda mal, que si ganamos las elecciones pero eso no resuelve nada y muchas otras cosas que dan ese toque de negativismo que no puede faltar en las fiestas. ¡Claro! existen personas que son invatibles y que su positivismo es algo que rompe cualquier estigma. Son esos seres que cuando lean esto me van a llamar loco, pesimista y por lo menos: ¡Cómo se le ocurre a este carajo escribir semejante vaina en Navidades! bueno pues sí, lo digo porque es cierto. Más aun cuando estamos en una época donde quisiera pedirle a la evolución que nos de otro par de ojos y un cerebro alterno, debido a la inseguridad reinante en Venezuela y en el Mundo.
No hay necesidad de hacer un análisis profundo de los acontecimientos que han ocurrido en el 2007, y es que con los eventos de los últimos días: la muerte de Benazir Bhutto, la supuesta liberación de los rehenes en Colombia y la reinante inseguridad que afecta a millones de venezolanos, nos da un balance no muy enriquecedor de visiones positivas a futuro. Vivimos bajo esa premisa constante de que mientras no me pase a mí todo estara bien, pero no caemos en cuenta que la seguridad es un hecho ilusorio creado para mantenernos al margen de acontecimientos mucho más importantes. ¿O es qué los negocios mal habidos van a dejar de correr libremente si invadimos un país o derrocamos a un presidente? ¡Para nada! aquí la solución es pisar tierra y sobreponernos a Hollywood con sus teorías de conspiración y patriotismo al por mayor. Pensando en soluciones concretas y productivas para un progreso realmente tangible.
Deseo que el 2008 sea un poco mejor, y con mi reserva de esperanzas nuevamente al 100% espero que todos sepamos combatir las adversidades de la vida como valientes y mirando para adelante. Mientras tanto por aquí seguiremos escribiendo y seguiremos conociendo un poco más a NUESTRO MUNDO.
¡Feliz año 2008!
Jefferson.