viernes, agosto 29, 2008

LA HUELLA DEL BISONTE

Para serles sinceros, muy pocos autores venezolanos me llaman la atención. Llámenme antipatriótico o esnobista, pero más allá de los clásicos que nos obligan a leer en bachillerato, de la literatura contemporánea echa en nuestro país tengo mis pocas excepciones. Es por eso que me lleve una muy buena impresión cuando empezé a leer el libro que me hace escribir estas líneas: "La huella del Bisonte" por Héctor Torres. Es una obra que merece ser leída, y quizás una recomendación excelente para alegrarse con lo que se escribe aquí, en esta tierra caribeña.
Confiezo que nunca he visto la película "Lolita", aquella donde los personajes principales con una diferencia de edad muy marcada, se ven involucrados en un romance muy peligroso pero a la vez muy satisfactorio. De esta trama se han echo varias películas y adaptaciones, dando a conocer que la experiencia junto a la juventud pueden llegar a ser una fórmula bastante explosiva. Es en este entorno donde nos encontramos a Mario, un hombre cuarentón que después de pasar por un buen río de vivencias decide entablar una relación con su hija Gabriela, para recuperar el tiempo perdido. Para retomar esas horas donde la figura paterna faltó y dio paso al olvido de la paternidad.
Con el inicio de esta nueva relación entre padre e hija, nos llega Karla; mejor amiga de Gabriela y con un racimo de cualidades aprendidas, estudiadas y diseñadas para convertirse en una diosa. Ser la maestra de las marionetas es uno de sus objetivos, en su mundo los hombres caen rendidos a sus encantos matemáticos. Son esas acciones las que convierten a Karla en un personaje duro de roer pero a su vez imposible de ignorar, el prototipo de fémina que sabe lo que tiene, y lo que es más asombroso aún, que a sus quince años sabe como hacer uso de esas herramientas.
Estos tres elementos colocados en el apartamento del padre, un lugar donde la libertad se junta con la responsabilidad efímera, un cubículo que se convierte en el sitio donde estos personajes desenredan el juego que significa entablar una relación sexual y romántica con una hoja de vida muy larga. Donde Karla juega con Mario, Mario con Gabriela, Gabriela con Karla, y los tres con la vida, y con una Caracas que nunca estará a su favor, una ciudad oscura, central, de bares, de putas y de despecho. Con el sexo tenemos un manejo bastante delicado pero a su vez muy explicativo, imágenes que ponen a volar nuestra imaginación pero con guías para no perdernos en el camino.
Héctor Torres nos regala una excelente historia, con referencias que nos hacen prender nuestra memoria y un estilo de narración seguido, sin pausas fastidiosas y mucho menos situaciones sobresesudas que nos hacen querer cerrar el libro para siempre. Una trama que aunque se venda muy bien en las salas de cine, sobre el papel nos ofrece un recorrido completo y amplio de que la juventud no es algo que se pierde con el crecimiento del cuerpo sino con los complejos y los escrupulos que da nuestra experiencia. "Karlita" no enseña eso muy bien.
Jefferson.

sábado, agosto 16, 2008

Y AHORA, ¿QUIÉN PODRÁ DEFENDERNOS?

Jean Delville, "La Rueda de la Fortuna"
Trabajo, trabajo y más trabajo. Desarrollarse en una actividad comercial es innevitable, el hecho de tener que salir para ganarte los cobritos y así poder pagar la televisión por cable cada mes sin que te lo corten (a menos que disfrutes nuestra "enriquecedora" televisión nacional), es algo que genera muchos altibajos. Por una parte estás produciendo, pero por otro lado si no te sabes organziar bien, puede perder el tiempo para dedicarte a otras actividades que son igual de importantes, como por ejemplo: relajarte.
Sin dejar que mi Blog se convierta en una ocasión casual, algo así como cuando consigues pollo en Mercal o caraotas en el Central Madeirense, he decidido en las horas libres de mi trabajo, colocar algún que otro post para no perder el toque ni la pluma, olvidemos entonces eso de entradas mensuales y vayamos al grano. Nos encontramos a tres meses de otras elecciones, ésta vez para elegir a: Alcaldes, Gobernadores y representantes de los Consejos Legislativos Regionales; una vez más nos vemos empapados con propaganda proselitista en las ciudades, programas de opinión en la radio y televisión con "profesionales" que analizan lo jodida que está la vida del venezolano y candidatos que alegan una unidad que es más fea que tiroteo en ascensor.
No necesito que alguien venga, mientras me estoy ahogando y me describa como es el agua, sabemos que si no vamos unidos a este proceso electoral se cumplirá entonces la premisa famosa de Julio Cesar: "Divide y Vencerás". Pero, pobre de mi inoncencia, los intereses personales y partidistas son muy importantes como para pensar en democracia; es por eso que ahora vemos como tenemos a miles de aspirantes para unas sillas de poder que ya deben estar cansadas de tener que soportar tanta mierda.
No se extrañen cuando en estados donde se piensa que la cosa la tenemos fácil, volvamos a teñirnos de rojo y continuemos con la demagogia. Vamos a sentarnos y pensemos en frío cuales es el juego que se está jugando: una competencia política que puede dejar una estela de incertidumbre. Es por eso que en nuestro análisis (en el nuestro y no en el de los demás), en nuestra decisión a la hora de votar, allí es donde rescataremos al país. Fanáticos los tenemos en todos lados, y cuando ellos lean esto dirán que soy un pesismista empedernido, que no creo en la gente que me ofrece villas y castillos. Pues no, no creo en eso, no creo que para una Alcadía Mayor se inscribiera alguien a última hora porque se iba a quedar sin el chivo y sin el mecate. No creo en unas encuestas donde me quieren meter a un carajito para la alcaldía Libertador que posee un discurso más agrietado que la carretera que va pal`Junquito, no creo que en un municipio como Chacao todos se estén peleando el puesto porque saben que es un tiro al piso. No creo en estados donde los liderazgos regionales no se respetan y postulan al que se ve más bonito frente a las cámaras.
Nos guste o no, eso de nuevos liderazgo (incluídos estudiantiles, personas tras bastidores y paracaidistas) todavía no ha cuajado bien en los venezolanos; se necesita experiencia y pericia para salir de las garras del ogro, un monstruo que en vez de tener siete cabezas tiene un cerebro maquiavélico, y para derrotar este tipo de mal soy fiel partidario de que se debe derrotar con algo de la misma moneda. O es ustedes creen que Hitler salió porque la gente cantó: Kumbaja.
Siempre lo digo hay que ser astutos, como James Bond pero con la .40 bajo el chaleco lista para la acción, y si vamos a jugar a la unidad por los menos hagamos el intento (UN BUEN INTENTO) de hacer parecer que lo estamos logrando. El poder no lo tiene un alcalde o un gobernador nada más, el poder lo tiene el que tiene más contactos y más liquidez en el banco. Piensen eso y lograremos la "unidad".
Jefferson.